AVIACIÓN EN LA ANTIGUEDAD

Otro relativamente nuevo e interesante desarrollo para probar que existió una sociedad tecnológica perdida fue recientemente señalado por el equipo de investigación científica de frontera de Richard Hoagland, de La Misión Enterprise.

Entre otras cosas en este artículo, Hoagland discute los recientes resultados de los científicos alemanes Dr. Algund Eeboom y Peter Belting. Sus descubrimientos involucran varios pequeños dijes de oro que se recuperaron de tumbas Incas que datan de miles de años atrás. Estos dijes pintan estructuras que parecen ser artefactos o aviones que obviamente volaban.

Para demostrar que estos diminutos modelos representaron aviones reales, Eeboom y Belting colaboraron juntos para diseñar diagramas esquemáticos perfectos de los objetos. Ellos, entonces, expandieron las proporciones de estos cianotipos lo suficiente para construir modelos funcionales a escala. Y para su asombro, encontraron que simplemente poniéndoles una hélice al frente y estabilizadores en las alas, los aviones no sólo volaban, sino que eran capaces de ejecutar maniobras aeronáuticas complejas vía control remoto. Vea el vínculo arriba para más detalles y fotografías de su prototipo en acción.

Hoagland también señala el hecho mucho más conocido de que se han encontrado planeadores en forma de pájaro dentro de las tumbas en Egipto. Puesto que estos planeadores también poseen una notable similitud a los aviones activos y son capaces de realizar vuelos largos cuando se tiran, debemos asumir que los antiguos egipcios también eran muy conscientes de esta tecnología. Con la evidencia ahora vista de las tumbas incaicas, podemos suponer que estos planeadores en forma de pájaro simplemente eran juguetes para niños, modelos a escala de sistemas que fueron alguna vez de uso común. 

Y así, si estamos viendo pequeños modelos de aviones funcionales en pequeñas estatuillas de oro (click imagen derecha) y modelos de madera que se construían en dos diferentes culturas antiguas, separadas por el Atlántico, debemos, ciertamente asumir que en algún tiempo estuvo en existencia una sociedad tecnológica, con aviación funcional de gran potencia.

Clasificado según tamaño, el avión grande estuvo alguna vez también activo. Y después de un tiempo hipotético de unos 12,500 años transcurridos, debemos esperar que cualquier estructura de éstas, hecha de madera o metal se tiene que haber deteriorado hace mucho tiempo. La tradición atlante afirma que la completa concentración de su sociedad estaba ubicada en una isla en el Atlántico que se hundió bajo las aguas del océano.

Y si los juguetes modernos de nuestra sociedad fueran repentinamente sujetos a un rápido e inmenso cataclismo, y se dejaran desatendidos durante 12,500 años, a la acción salvaje de olas gigantes, sedimentos de tierra, óxido, tornados, huracanes, niveles crecientes del mar, glaciares, desastres naturales y todas las otras formas de crecimiento y decaimiento probablemente borraría y limpiaría completamente todos los remanentes de cosas como casas de madera, edificios vacíos y rascacielos de vidrio, y también automóviles metálicos, trenes o aviones.

Así por consiguiente, a pesar de su apariencia de juguete, estas pequeñas estatuillas podrían ser consideradas objetos muy sagrados – algunos de los fragmentos restantes de una cultura destruida en los mares del Tiempo. Estos preciosos modelos se conservaron, y posiblemente fueron copiados y reduplicados durante miles de años por las «culturas Atlantes sobrevivientes» de los Incas y egipcios antes de que fueran enterradas en sus tumbas. Éstos eran símbolos directos de un «tiempo de los Dioses» perdido, cuando la humanidad había conquistado los cielos y podría volar a voluntad, con los regalos de una tecnología avanzada.

LITERATURA ATLANTE

Contrariamente a lo que muchos podrían creer, incluso aquéllos que han estado estudiando el tema durante mucho tiempo, parece haber ciertas fuentes de literatura que han logrado sobrevivir desde el tiempo de la Atlántida. El material más informativo para mantener una explicación para los modelos de aviones de los que anteriormente hablamos viene de las escrituras Védicas de la India.

Según David Hatcher Childress en el libro el Avión Vimana de la Antigua India y la Atlántida.

La India de hace 15,000 años es, a veces, conocida como el Imperio de Rama, una tierra que era contemporánea con la Atlántida. Una gran riqueza de textos todavía existente en India testifica la sumamente avanzada civilización que se cuenta en estos textos, se remonta a más de 26,000 años. Guerras terribles y los cambios subsecuentes de la tierra destruyeron estas civilizaciones, dejando solamente bolsones aislados de civilización.

Las devastadoras guerras del (conocido por la la escritura hindú como el) Ramayana y particularmente del Mahabrata, se dice que fueron la culminación de las terribles guerras de los últimos Kali Yuga, (o ciclos cósmicos de tiempo.) El proceso de fechar es difícil, ya que en eso no hay ninguna manera exacta de fechar los yugas porque hay ciclos dentro de ciclos y yugas dentro de yugas.

Un ciclo mayor de yuga se dice que dura 6000 años, mientras que un ciclo más pequeño de yuga es sólo de 360 años en la teoría expuesta por Dr. Kunwarlal Jain Vyas. Sus papeles dijeron que Rama pertenece al vigésimo cuarto ciclo del yuga pequeño y que hay un intervalo de 71 ciclos entre Manu y el periodo de Mahabrata, lo que resultan ser 26,000 años.

Claramente, si el más pequeño ciclo de tiempo hindú es que 360 años y sus escrituras han contado diligentemente por lo menos 71 de ellos, estamos tratando con una civilización que es mucho más antigua de lo que actualmente estamos dispuestos a reconocer.

Más importante, dentro de las voluminosas escrituras Védicas se repiten referencias a vimanas o artefactos voladores, así como al uso de lo que parece ser armas nucleares devastadoras devastating nuclear weapons. De hecho, algunas descripciones védicas del vimana concuerdan tan perfectamente con nuestro concepto moderno de un aeroplano, que los estudiosos invariablemente usan esta palabra cuando la traducen al inglés.

Para avanzar un poco más allá en este punto, citaremos el libro del Dr. Richard L. Thompson, “Identidades Extraterrestres”. Thompson es un graduado de Cornell con doctorado en matemáticas, y tiene también un profundo interés en los estudios Védicos y la UFOlogía. Su libro aparece rápidamente como uno de los pocos textos genuinos en UFOlogía hoy, dónde un autor hizo descubrimientos significativos en lugar de simplemente revolver relatos de segunda mano de eventos, como el pretendido choque en Roswell. Y así, del Capítulo 7, páginas. 260-261, leímos lo siguiente, con comentarios subrayados que insertamos:

El texto del antiguo autor, Bhoja llamado Samarangana-sutradhara, declara que el principal material del cuerpo de una máquina voladora [o vimana] es la madera ligera, o laghu-daru. La nave tiene la forma de un pájaro grande con un ala a cada lado. La fuente de la fuerza es proporcionada por una cámara de fuego con mercurio puesto encima de una llama. El poder generado por el mercurio calentado, ayudado por un jinete dentro, a batir las alas, causa que la máquina vuele a través del aire. Puesto que la nave estaba equipada con un motor, podemos especular que el batir de las alas controlaba la dirección de vuelo más que proporcionar el motivo del poder…

[Nota: La idea del «batir de las alas» simplemente podría ser un error en la traducción por los sucesivos autores Védicos, refiriéndose inicialmente a la utilización del piloto de los alerones y estabilizadores para dirigir el avión mientras volaba.]

Yo sugeriría que los vimanas descritos por Bhoja eran mucho más similares a los aviones convencionales que a los OVNIS, aunque eran hechos de materiales ordinarios como madera, tenían alas, y volaban como los pájaros…

Sin embargo estos vimanas realmente fueron impulsados. Parece probable que se apoyaban en algún método mecánico convencional que extraía energía de algún combustible ardiente y lo usaba para producir un flujo de aire encima de las alas. Podemos contrastar esto con las características del vuelo de Ovnis que no tienen alas, jets o hélices, y parecen volar de una manera que contradice los principios físicos conocidos.

La descripción Védica de una posible explosión nuclear, sacada directamente de la página 677 de la trascripción del antiguo texto de Drona Parva, es suficiente para darnos aun ahora escalofríos. A pesar de sus horrendos contenidos, lo hemos insertado aquí para recordarnos lo que nos hemos hecho a nosotros en nuestro propio pasado:

El valiente Adwatthaman, quedándose resueltamente en su (vimana) tocó agua e invocó el arma de Agneya, incapaz de ser resistida por los mismos Dioses. Apuntando a todos sus enemigos visibles e invisibles, el hijo del preceptor, aquel Asesino de héroes hostiles, inspirado con mantrams dejó ir, lleno de rabia, un llameante cañón de fuego sin humo y lo lanzó hacia todos lados. Densas duchas fueron, entonces, emitidas de él.

Dotadas con llamas ardientes, aquellas flechas abarcaron Parthie por todos los lados. Los meteoros refulgieron hacia abajo desde el firmamento. Una oscuridad espesa amortajó de repente al (Pandava) anfitrión. Todos los puntos de la brújula también fueron envueltos por esa oscuridad…los vientos desfavorables comenzaron a soplar. El Sol ya no dio calor… Los mismos elementos parecían estar perturbados…

El Universo chamuscado con los calores parecía estar con fiebre. Los elefantes y otras criaturas de la tierra fueron chamuscadas por la energía de esa arma, corrió el miedo, respirando pesadamente y deseosos de protección contra esa fuerza terrible. La misma agua estaba acalorada, las criaturas que residían en ese elemento, O Bharata, se pusieron sumamente intranquilas y parecían quemarse…

Los enormes elefantes fueron quemados por esa arma, se desplomaron alrededor de toda la Tierra, profiriendo ruidosamente feroces lamentos como aquéllos de las nubes. Otros enormes elefantes, chamuscados por ese fuego, corrieron acá y allá, rugieron sonoramente, en el miedo, como si estuvieran en medio de una conflagración del bosque. Los corceles, y los carruajes también quemados también por esa arma, Oh Señor, como las cimas de los árboles quemadas en un fuego del bosque.

¿De hecho, si esto no es una descripción espantosa del uso de un dispositivo nuclear en enojo, entonces cómo explicamos todas las conexiones que se ven fácilmente? Es él por esta razón que Robert Oppenheimer, uno de los padres de la bomba nuclear, fue citado diciendo, en la primera prueba de un prototipo moderno,

«Esta no es la primera vez que la humanidad ha explotado un dispositivo nuclear»

Fuente: Biblioteca Pleyades